Las células implicadas en un proceso de desequilibrio dentro de una persona producen frecuencias diferentes de las que producen las células en equilibrio.
El oscilador de ondas múltiples es una herramienta que genera un campo eléctrico que obliga a cada célula a vibrar según su propia estructura original, es decir, expone la frecuencia de la célula enferma a la frecuencia que le permite volver a la misma velocidad de oscilación que cuando estaba sana, de forma que cada célula escoge la frecuencia vibratoria que necesita para sanarse.
Las ondas se pueden enfocar en lugares localizados para descargar los nervios y producir un efecto analgésico, reduciendo el dolor y los procesos inflamatorios.
Se pueden tratar afecciones tan variadas como las que afectan al sistema cardiovascular, el sistema respiratorio, el síndrome metabólico, las alteraciones de la piel, las patologías autoinmunes, la depresión, el dolor o las lesiones estructurales y el cáncer.